martes, 22 de enero de 2013

INSANITARIUM



A mediados del Siglo XX el Patronato Nacional Antituberculoso, dependiente del Ministerio de Sanidad, construyó a lo largo de la geografía española varios sanatorios aislados de los nucleos urbanos para tratar algunas de las graves pandemias que estaban asolando a la población civil; como la tuberculosis, la lepra, la polio, la fibrosis y el cancer de pulmón. En la madrileña Sierra de Guadarrama se ubicaron varios de ellos, como el de La Barranca.

Es el único que aún queda en pie y ello se debe a que hasta mediados de la década de 1990 funcionó como un hospital psiquiátrico. Cuando se decidió que a estos enfermos debían cuidarlos en sus casas el hospital fue cerrado y abandonado.






La construcción, siguiendo el patrón de la Arquitectura sanitaria de la época, se dispuso en dos grandes alas principales con algunos edificios anexos y los sótanos. La razón de que estuviera en la sierra radica en que hasta el descubrimiento de la penicilina y la estreptomicina el aire fresco era el mejor alivio para este tipo de enfermos. Además, se comprobó que a partir de 1200 metros sobre el nivel del mar los casos de tuberculosis descendían drásticamente. La peculiaridad de esta construcción son sus grandes ventanales. Entre ambas alas 
estaba el torreón; la carretera lo atraviesa y supuestamente ahí estaba la entrada de urgencias.








































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